Ser mujer

Una mujer es primero un ser humano, de otro modo estaríamos limitando a la forma y no a la esencia lo que significa ser mujer. Se habla de la energía femenina y tradicionalmente se le asocia a la Luna, la noche, la madre naturaleza, la maternidad. Pero ser mujer es el resultado de una era donde la humanidad en general ha maltratado a la mujer como al débil y cuanto más lo ha hecho más miedo le ha tenido por no comprender su auténtica naturaleza por no obrar con valentía y utilizar el respeto a las diferencias y la valoración de las virtudes., por eso hay esa represión que aumenta de grado en función de los países dónde le ha tocado nacer y vivir a la mujer. Hay que entender que el miedo es un poder mundano y absurdo en el concilio de Niceo el 325 se decidió que las mujeres no tenían alma y se les dio la misma categoría que los animales, en el concilio de Trento 12 siglos después eso se cambió, sin embargo no fué hasta que la mujer pudo votar que abiertamente la Iglesia se posicionó sobre el alma de la mujer, que triste.

Ser mujer, no es ser feminista, es ser –ser humano- con todo lo que implica. La naturaleza de la mujer a lo largo de los siglos la ha entrenado para la paciencia, para poder sobrevivir, la ha entrenado para usar el ingenio y así poder respirar a escondidas, porque de otro modo podía morir. La ha entrenado para cuidar porque es el único ámbito que se le ha permitido existir en plenitud, pero ser madre es un fenómeno biológico, que seguramente la ciencia sustituirá utilizando tan solo la esencia masculina y femenina para poder crear un ser humano, pero ¿quien le cuidara? Yo espero que ambos hombre y mujer, por igual, porque el hombre no es un ser inferior el puede hacerlo igual de bien que una mujer, aunque deba tener la humildad de aprender de ellas porque llevan siglos de ventaja, al igual que la mujer quizá deba aprender del hombre asumir riesgos, llevan siglos de ventaja.

Así pues ser mujer es ser un ser humano.