El ser humano hombre y mujer posee por naturaleza propia la capacidad de usar la mente y adormecer los sentimientos o por el contrario usar los sentimientos y adormecer la mente, para encontrarse con uno mismo/a , la mente y los sentimientos deben estar fusionados y en perfecto equilibrio, en paz y armonía, sin dolor ni placer, sin ira ni indiferencia y el único sentimiento permitido y compatible con escuchar tu voz interior, es decir, nuestra conciencia, y encontrarte así contigo mismo-a , es el sentimiento de amor.
La naturaleza de nuestra conciencia, es sabia, porque posee el conocimiento real de los sucesos y recuerdos de nuestro pasado, los reales , no los que a veces intentábamos disfrazar, relativizando o simplemente enterrándolos porque nos hicieron mucho daño. Esto le confiere un gran poder, el total poder, ser uno mismo-a., es el autentico poder., el único que nos permite tener el control sobre nuestra vida, donde no caemos en el autoengaño, no nos dejamos guiar impulsivamente y tomamos decisiones mas allá de lo racional e instintivo. Existe un momento crucial donde te encuentras contigo mismo, es la gran crisis, eres consciente de todos tus errores y has de ir mas allá y comprender porque sucedió. Todo ello tiene que ver con el camino espiritual, que nada tiene que ver con la religión., aunque existen muchas personas religiosas profundamente espirituales., del mismo modo que hay muchas personas no practicantes de ninguna religión que son profundamente espirituales. Cuando te ves, te reconoces, te aceptas, te perdonas asumes el poder de tu vida, alcanzas un nivel de conciencia que es de una claridad mental y emocional que me gusta de llamar, “pensar con el corazón y sentir con la cabeza.”, en ese momento inicias un nuevo nivel., el de la felicidad y la libertad, los limites desaparecen, actuar conforme piensas y sientes. Comprendes y respetas todos los seres vivos, respetas las diferencias y no prejuzgas a nadie. El dolor no te alcanza con la intensidad de antaño, aunque la tristeza por el dolor ajeno, es inevitable y necesario como recordatorio de la verdad fundamental.
Venimos a aprender, evolucionar, estamos de paso, no tenemos ni principio ni final, todo tiene un porque y un propósito, no existe el fracaso, solo son pruebas de aprendizaje, tenemos muchas oportunidades, infinitas si lo deseamos de conseguir aquello que deseamos experimentar como parte de nuestro aprendizaje. La novela Las elegidas habla de todo esto, las protagonistas se enfrentan a ellas mismas y reconocen las verdades universales en la búsqueda del propósito de su existencia terrenal y mucho mas……
